MARTES 17: MERZOUGA-ZAGORA

Nos levantamos y hacemos las maletas después de 2 dias en el Hotel Said, hoy nos vamos hasta Zagora. En el hotel vemos un cuadro-recuerdo en el que sale Ramos:



Preparamos todo para la salida, mi padre ante la posibilidad de encontrar mucha arena, las consecuencias de una caída con una costilla dolorida, además de lo largo de la etapa de hoy (más de 250km Off Road) opta por hacer la etapa en el coche con Berni, así que cargamos la 1200 al remolque para que Mounir ponga rumbo a Zagora por asfalto.

Salimos del hotel, entramos en Erfoud por el famoso rio donde dos días atrás tuvimos una experiencia religiosa…bautismo vamos! Ahora Ramos abre el grupo y lógicamente evita los socavones que al ser en sentido contrario al que nos costó la mojadura, ahora quedan a la izquierda, el rio además no lleva tanta corriente y prácticamente no hay gente, pasamos sin complicaciones:









Nos metemos en materia Off ya casi desde primera hora, hoy no hay casi asfalto, empezamos por zonas duras, con arena intercalada de vez en cuando, lo cual hace que vayas en tensión ya desde el principio:



Estas zonas son incluso más traicioneras que las dunas de ayer, cuando hay roderas, tienes que meterte en una e intentar no salirte, si te sales, descontrol y lo que suele pasar:



Seguimos avanzando y entramos en lo que se denomina Hamada, es desierto pero de arena dura y piedrecillas, como un altiplano, que realmente no es plano aunque lo parezca…aqui las velocidades que se pueden pillar asustan, porque te confías, en una zona vas muy rápido pero cuando ves un cambio de color, peligro, pegas un bote enorme y como no controles sales volando. En esta parte hay fotos de postal:







Sin palabras:



Aqui Emilio y Luismi que salieron a la vez que nosotros pero llegaron a la primera parada como 20 minutos antes:



Hoy sigo cerrando el grupo, para variar, pero cerrándolo del todo, porque el coche no cierra por detrás mío, sino que se adelantaría con Emilio y Luismi, pese a ser un ritmo muy alto, no me quedo tan descolgado como otras veces, y el grupo va esperándome de vez en cuando, aquí en una de las paraditas:



Llegando casi a la primera parada del día, encontramos una zona de arena muy blanda con roderas enormes… lo de siempre, a acelerar, porque como te quedes, no sales. Antes de meterme en el ajo, veo a Tino delante mío atascado, luego a la derecha, un grupo de 4x4 con un camión atascado en medio, ocupando toda la pista, pero esto lo vi cuando estaba a encima, por lo que fui tirando hacia la izquierda y pase entre un matorral y la puerta de uno de los coches como pude, librándome de lo peor.
Ergo se había quedado atascado también con “la gordita”, y en una de esas arrancadas, vio como uno de los nativos que siempre te vienen a ayudar, salía pitando al ver semejante ARTEFACTO en la arena.
Un caos total, al final Tino consiguió salir por la arena, yo al tirarme a la izquierda, conseguí salir por una zona de pista dura sin arena, y Ergo tuvo que cambiarse la moto con Ramos para que le sacase a su gordita de la arena.

Y después de más de 100 km llegamos a la primera parada del día, un Oasis casi a mitad de camino donde pararíamos a tomar algo,







Mi llegada al Oasis:





Llegué con cansancio sin duda, con calor, mucho calor, pero por otra parte con una sensación de “vaya pasada lo que acabamos de hacer” pese a ir en tensión buena parte del trayecto, la experiencia acababa de ser impresionante y a la postre, sería uno de esos recuerdos imborrables de todo el viaje.

En el Oasis ambientillo de guiris, mucho japo, bastante peña por aquí y por allá, nos tomamos unas cocacolas, acompañadas con frutos secos como siempre, y con un salchichón con el que Berni nos deleitó para coger fuerzas. A estas alturas Tino que había pasado un infierno de noche por pasarse con la sopa “Rila” (llamada asi porque los efectos secundarios que tiene, su propio nombre los indica…), lo que estaba sufriendo solo lo sabía él, y pese a todo aguantando el tipo encima de la moto.

A la hora de marchar del Oasis, nos despedimos definitivamente de Emilio y Luismi que volverian al hotel Said, haciendo un bucle. A nosotros todavía nos quedarían casi 200km hasta Zagora.

Pues nada más salir del Oasis íbamos por una zona sin pista marcada, con vegetación, arena, una mezcla rara, y de repente no sé si por despiste, si por falta de tensión o el qué, veo un agujero delante mío como de un metro de diámetro que no puedo evitar y me lo como de pleno, no iba muy rápido, creo que en segunda, la rueda delantera entró pero no se clavó, sino que salió hacia arriba y yo volando encima de la moto, cayendo hacia la derecha sobre el codo y la cadera, y quedándome en shock por unos segundos. Sin duda el mayor galletón que me di hasta el momento en moto. Luego comprobaría cómo el soporte del GPS quedaría roto y por los suelos. Después de unos minutos de vuelta a la realidad con dolor en la cadera, me incorporo.

Aquí justo después del galletón:



Seguimos camino por una nueva zona, al principio con una pista más marcada y sinuosa con piedras y luego ya pista abierta. Ahora ya va el coche detrás mío cerrando, haciéndome fotos e indicándome el camino correcto en los cruces porque voy sin el GPS, hándicap que arrastraré a lo largo del viaje…







Avanzamos y vemos una pared de arena, y cómo Ramos nos hace una nueva demostración de pilotaje, con la boca abierta vemos a la KTM subir una pendiente creo que de más de 45º en la parte más alta, hasta que llega un momento que ya no sube más, gira como si nada y baja. En las dos primeras fotos no se aprecia ni la altura ni la pendiente pero luego cuando se ve a Ramos… SIN PALABRAS

















Empiezan a aparecer zonas de arena, cada vez más blanda, puffff esto ya cansa, más caídas, mas levántate, controlando cada vez mejor, pero no te puedes confiar…Atravesamos una zona con algo de vegetación, tipo sabana africana, esta zona nos gustó mucho, parecía que te podía salir un león en cualquier momento…





Después más zonas de arena que cada vez voy salvando mejor, llegamos a casi la peor situación que te puedes encontrar con arena (por lo menos para mí), pista marcada (sin posibilidad de salirte), con arena blanda, roderas, en curva y encima en subida, exquisito vamos!.
Aquí se ve desde el coche, donde acaba la pista dura, empieza lo que comento, Ramos está esperándome para indicar el mejor camino y cómo afrontar la subida



Pues yo pa’lante como los de Alicante (que ya estaban arriba), doy gas, entro fuerte, pero al intentar evitar la peor zona, me salgo un poco de la pista para pisar arena mas virgen, y al querer entrar de nuevo a la pista dura, me caigo tontamente cuando ya había pasao lo peor…Aquí después de levantar la moto en plena subida:







A estas alturas Tino está hecho polvo, no me imagino cómo puede aguantar encima de la moto



Seguimos ruta, cada vez menos arena, hacemos una parada a la sombra de unos árboles junto a unas “chabolas” por llamarlas de alguna forma, donde salen abuela, madre e hija, y os podéis imaginar la edad de la madre…Fue realmente impactante ver las condiciones en las que vivían, porque no había NADA DE NADA. Berni les dio comida, unos juguetes para la cría, y algo de ropa









Continuamos, el paisaje vuelve a cambiar, volvemos a zonas de hamada, donde nos sacan más fotos desde el coche:





¿Dónde estarán éstos?


Ahhh:


Las sensaciones en la Hamada son brutales como ya dije, tuve momentos de ir en 5ª a más de 100 (los demás a mucho más) no mucho más porque no te da ni tiempo a mirar el velocímetro, tienes que tener los 5 sentidos puestos a esa velocidad

Según avanzamos la pista se vuelve más pedregosa, es la “zona de piedras” que Ramos nos avisó que habría como fin de etapa









Un fin de etapa realmente machacón, acabamos hechos polvo de tanta piedra, los llantazos fueron innumerables, además casi no hubo descanso en los más de 50km de piedras y más piedras que tuvimos hasta Zagora. Yo ya no sabía cómo ponerme, me dolía la espalda, los brazos, venía tocao de la caída, muy duro, pero duro de verdad.

Y por fin después de una jornada maratón, llegamos a Zagora sobre las 3 de la tarde a comer. La ciudad cambia un poco el look que habíamos visto hasta ahora, es más vistosa, más palmeritas, algo más cuidada, más turística.
Las caras en el restaurante eran un poema, cansaos pero contentos, Tino tirao, saludando:





Después de comer vamos para el hotel, yo llevaba a mi padre de pakete y Ramos a Berni, porque el coche se quedó en el taller reparando uno de los amortiguadores que había cascao después de uno de los miles de saltos que pego Berni en la hamada cuando seguían a Emilio y Luismi a mas de 120km/h

El hotel, espectaculares jardines, mucha decoración por fuera, y habitaciones sencillas





Después de duchita y minisiesta bajamos al bar a tomar algo y comentar la jornada antes de cenar:





En la cena Tino se pegó un suculento y exquisito manjar: Sémola, no tenía el estómago pa farolillos:



Y después de una jornada muy dura, nos vamos para la cama, esperando la jornada siguiente que sería aún más dura y con los primeros incidentes.

4 comentarios:

  1. Como siempre muy bien relatado. Menuda jornada. Para mi la mejor del viaje.

    ResponderEliminar
  2. Muy dura, durisima, porque no sabiamos lo que nos esperaba al dia siguiente...pero estoy de acuerdo, puede que haya sido la mejor del viaje, aunque no en la que más disfruté

    ResponderEliminar
  3. Apañerossssss, para mi fue la mas completa de todas, disfrute como nunca, puede que fuese la mejor, pero es dificil decidirse por una, yo me quedo con el conjunto, y logicamente con la compañia.
    Muy bien Jandro, lo relatas al dedillo.

    Pitriki

    ResponderEliminar