DOMINGO 15: MIDELT-ERFOUD

En la cena del sábado en el hotel de Midelt, conocimos a 2 colegas de Madrid, Emilio y Luismi, con una X-Challenge y una KTM 690 Enduro, que nos acompañarían en unas jornadas de nuestro viaje, ellos ya conocían a Ramos de un viaje anterior, y esta vez venían con coche y remolque con las motos. También conocimos en el mismo hotel a Berni, “francés” y lo entrecomillo porque no tiene nada de francés al llevar como 35 años en España, que también nos acompañaría en buena parte del viaje con su flamante Toyota KX y sería a la postre el autentico apoyo en esta aventura.

Salida del hotel:



Comenzamos la jornada del domingo, repostando en una gasolinera. Decir que el país está lleno de gasolineras, en muchas admiten euros, aunque es algo mas carilla que en España.

Unas fotos repostando:



Tino probando otra “800” jeje:



Y emprendemos el viaje por carretera, creo recordar que serian mas de 100km, algunos los veía ponerse los cascos(auriculares) con música en la gasolinera, y dije, qué coño, yo también…sí ya se que es peligroso, pero no los lleve a tope, además hay gente que usa tapones, y pal caso es lo mismo. La cuestión es que rodar con música es otro rollo y moooola.

El ritmo empieza a ser alto, pero no excesivamente, yo acongojao porque voy con tacos coño…aunque si veis los tacos de la X-Challenge y la KTM, eso sí son tacos y no los TKC o los Karoo o todo lo que se fabrica para gordas, además ellos iban con Mousse, y eso que dicen que se funden por asfalto a mas de 90-100km/h…ejem
Avanzamos, el paisaje de hoy si es espectacular, bastante montaña, hacemos una parada, y nos rodean los críos







Seguimos ruta:









Y después de la kilometrada por asfalto, nos salimos del mismo para iniciar la jornada Off:









Avanzamos por una zona de pista dura, con piedrillas, bastante rápida en algunos tramos, hoy voy mejor que el primer dia, ya me voy acoplando mas a la moto, pero vamos cerrando el grupo mi padre y yo junto con Berni que nos sigue con el Toyota detrás.

Y de repente, aparece una pequeña duna en medio de la nada, así que este sería el primer contacto con la arena y la verdad es que al estar más o menos dura y sin pisar, la cosa se dio bastante bien, sin caídas, lo cual nos dio algo de confianza para lo que nos esperaba los siguientes días, que no sería parecido a esto (por desgracia) jeje





El primero en catar la arena es Tino, y se le da bastante bien:



Los demas vamos probando tambien:










Después de probar y juguetear con la arena, seguimos ruta hasta una zona en la que encontramos unas construcciones peculiares en medio de la nada, cuando digo nada es nada de nada, incluso no nos cruzamos con nadie en esta parte del recorrido.
Las construcciones, unas sirvieron de decorados para no sé qué pelis, y otras son obra de un alemán, hay una pirámide y una especie de caracola también.









Y la famosa caracola:



Dejamos esta zona de las construcciones, empiezan a aparecer tramos con lenguas de arena, muy difíciles en algunos casos, con roderas e imposible no caerse en algunas zonas, por lo que una parte del grupo sigue por la zona más arenosa y otra, seguimos hasta un punto de encuentro que serian 2 palmeras que divisábamos en la lejanía, también en medio de la nada, donde nos juntaríamos con el resto







Después de la parada técnica para descansar en las palmeras, seguimos ruta y encontramos ríos de arena, que podrían definirse, como cauces de antiguos ríos, totalmente secos y que tenían bastantes piedras y mucha arena, por lo que cruzarlos con las gordas se convirtió en una aventurilla…



Ergo con su “gordita” sufrió en estos tramos



Misión cumplida:


Aquí Ramos pasando la moto de mi padre y quitando controles de tracción y demás historias electrónicas



Una vez cansados de arena, aun quedaria mas pero mi padre y yo decidimos seguir por carretera los apenas 20km que quedaban hasta el hotel, el resto harían los últimos tramos de pista. Las indicaciones que nos dio Ramos, fue pasar una gasolinera, girar a la izquierda en una caja de ahorros verde y cruzar el rio…

Ejem, ¿¿cruzar el rio??, pues sí, como suena, tal cual, el rio pasa por encima de la carretera y con corriente variable según el dia, esta foto no es de este dia pero se puede apreciar de lo que hablo:



En la foto no hay apenas gente, el día de los hechos, sí que había un montón de gente en medio, a los lados, lavando ropa, no se muchísima gente…
Pues en estos casos no hay que pensar, así que encaro yo el dichoso río, cubre más de lo previsto y encima hay corriente, paso rezando por no caerme, paso la mitad más o menos bien, y cuando llego a tres cuartas partes, ¡¡¡COÑOOOOO!!! Esto ya no está liso, hay agujeros, socavones, menos mal que la horquilla se lo traga todo y puede salir más o menos bien. Salgo entero, sin caerme pero con una mojadura importante, miro por el retrovisor y ya veo a mi padre encarando, paro rápido en la otra orilla, donde puedo, pongo la pata de cabra, me doy la vuelta y NOOOOO, veo a la moto y a mi padre por los suelos, con el agua al cuello “literalmente”, echo a correr, pero en el transcurso ya había levantado la moto, el agua llegaba por la espinilla en la zona plana, en los socavones, supongo que por la rodilla. Ah y por cierto nadie se paró a ayudar ni a ver qué pasaba, cada uno siguió a su bola…al final salimos de allí con el descojone propio de la situación y pingando uno más que otro jeje

Y por fin después de una mañanita bastante intensa con los primeros contactos con la arena, la mojadura en el río y demás, llegamos a comer al Hotel Said, donde pasaríamos 2 noches, hotel sencillo pero acogedor







Y aquí comiendo y comentando las mejores jugadas:



Por la tarde después de la comida se decidió poner rumbo en coche o el que quisiese en moto, a la gran duna, el Erg Chebbi عرق الشبي, (aclarar para el que no lo sepa que esto no es el “principio del desierto” ni mucho menos, es simplemente una concentración de dunas de 22 km de largo por 5 de ancho) para ver lo que nos esperaba a la jornada siguiente.
Solo Tino fue el valiente que quiso ir en moto a probar, el resto todos en dos coches, el de Berni y el de Emilio y Luismi.

Aquí de camino al Erg Chebbi:



La primera visión de las dunas es espectacular, aunque después de ver parte del país, hay cosas mejores sin duda:



Tino jugueteando en las dunas:





Después empiezan a salir nativos de la nada, aquí vemos llegar a uno con su Mobilette y en chanclas, seguro que se preocupó mucho de la presión, de los tacos, de mover el manillar, de pillar las mejores gafas etc etc Gran Contraste en la segunda y tercera foto:








Luego, seguiríamos un rato mas por la zona jugueteando con los coches:




Cuando ya nos cansamos de dar vueltas y vueltas en las dunas, unos decidieron ir al directamente al hotel, y otros con Emilio y Luismi, ir a una aldea cercana a entregar ropa, juguetes y demás cosas:





Por fin y después de un dia completito, cenamos y para la camita pronto, mañana espera otro dia duro.

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