JUEVES 19: ZAGORA-BOUMALNE DADES

Hoy toca hacer las maletas de nuevo, dejamos el Hotel Palais Asmaa de Zagora para empezar a subir rumbo norte y adentrarnos en la montaña.

Me levanto mal, cansado sicológicamente, son muchos días, me cuesta ponerme las botas, no tengo ganas ni de ver la moto, solo me queda un consuelo, por fin se acaba la “odiada” arena, hoy la etapa son apenas 100km de pista de montaña, pero la verdad no sé si lo vamos a hacer, no sé cómo estará Pitryki, si hará la etapa por asfalto, o incluso ni en moto…

Berni que en un principio tenía pensado despedirse hoy en Zagora de nosotros para seguir rumbo a Mauritania, decide acompañarnos una jornada más hasta Boumalne Dades, por lo que mi padre opta por ir en coche en la etapa de hoy.

Para despejar dudas, voy a la habitación de Pitryki y Ergo y le pregunto a Pitryki si va a hacer la etapa, la respuesta es un SÍ rotundo. Pues pese a mi cansancio mental hay que tirar pa’lante y a por la montaña, tengo esperanzas de tener un buen día, porque la montaña es “mi terreno” aunque hasta que no esté metido en faena no sabré lo que me espera.

Vamos de nuevo al taller Dakar Auto donde algunos limpian filtros, yo no, que llevo un K&N, ponemos más presión a las ruedas, a Pitryki le hacen una matrícula a medida, con una placa de hierro, pintada y con pegatina y todo…de momento no la pondrá, la deja para el último día, compramos unas pegatinas y nos despedimos de los chavales, siempre con la sonrisa en la boca.







A estas alturas, las llantas de las dos 800 están bastante jodidas, mientras que las de las 1200 y la Adventure nada de nada, y pasaron por los mismos sitios…
Hoy el enlace por carretera es más largo que otros días, no recuerdo cuanto pero sobre los 100km, para ir cogiendo altura de camino a la pista de montaña que nos espera.





Empezamos a coger altura, la pista es pedregosa pero nada complicada, el ritmo de los de adelante es alto pero nada en comparación con otros días, además Ergo me sigue, cerrando a pocos metros, rodaré la mayor parte del día con Ergo, nuestro ritmo es normal, tampoco la pista permite ir rápido, así que me voy sintiendo cada vez mejor, hoy “juego en casa”.

La pista me recuerda a alguna de Asturias, mis colegas de moterosastures.com saben de qué hablo, aunque el paisaje aquí es muy distinto y espectacular por momentos:





Empezamos el descenso hacia un valle en el que el contraste del verde con la montaña rocosa es flipante:











Seguimos descendiendo, me gusta como retiene la 800 en estas bajadas con pendiente, mucho más que la 650, hoy voy disfrutando de verdad, con la moto y con el entorno. En las paradas siempre hay gente intentando venderte algo, atravesamos pueblos y las zonas del valle por donde discurre el río.









La zona verde se va terminando, y volvemos a empezar otro ascenso, esta vez aunque la cosa empieza fácil, se va poniendo más complicada, muchas piedras y escalones serán la tónica hasta coronar este nuevo puerto.









El paisaje es simplemente ESPECTACULAR, el contraste después de tantos días de arena, es impresionante. Aquí se ven los escalones que comentaba:



Y seguimos ascendiendo, la subida nada tiene que ver con el puerto anterior, mucho más técnica, hay que ir en primera y controlando con los escalones, muchas “paellas” y en una de ellas por despistarme medio segundo mirando el paisaje, se me cala la moto en uno de los escalones y me vence, la dejo caer, y cae fuerte hacia la izquierda, sobre piedras, consecuencias: la maneta rota, más rayonazos en los plásticos y un pequeño bollo en el tubo, y eso que fue en parado. Momento de la caída:



Con lo bien que iba, esta caída me jodió bastante, además fue la única de todo el día, que no es poco después de todo lo pasado días anteriores, en fin… Aquí Berni limándome la maneta, que no había roto del todo, por la muesca que lleva.



Seguimos camino después de la caidita:







El paisaje sigue siendo brutal, según vamos llegando arriba la roca va cambiando a un aspecto más oscuro, como volcánico, me recordaba a algunas zonas de Canarias







Ergo y yo coronando:





Aunque parezca increíble, aquí a más de 2000m hay gente, salen de debajo de las piedras:



Paramos en la cima para tomar un té y hacer un pequeño descanso, porque la última subida había sido algo durilla:











Emprendemos el descenso cuando a los pocos metros vemos a Tino parado y con la palanca del cambio totalmente doblada hacia arriba, aunque parece que puede seguir:





Seguimos descendiendo, nos quedan cerca de 50km hasta destino. La bajada mejora mucho respecto a la subida que habíamos tenido, de todas formas no te puedes confiar ni un segundo.







En plena bajada encontramos en una especie de balcón natural de piedra, a una familia, paramos y empieza el festival, risas, cachondeo, cánticos, reparto de té, una gente impresionante, en esos momentos me sentí protagonista de uno de esos documentales de National Geographic, donde encuentran a gente en sitios inhóspitos, y lo poco que tienen te lo dan.











Se trataba de una familia que al parecer para evitar hacer los 400km de carretera que tendrían para llegar a su destino, hacen esta ruta de montaña que son 100km, y ahorran todo lo que pueden, eso sí, pueden pasar un día o más para hacer este paso de montaña, nada apropiado para un coche no 4x4 y encima cargado a tope.

Nos despedimos de la familia y seguimos descendiendo, llegamos a una parte con mil paellas, que creo que pronto será asfaltada, por lo arreglada que parecía







Acabamos la zona montañosa y de camino al hotel, los últimos km de pista serían una especie de hamada por decir algo, pero algo más dura, con piedras mayores, y aquí las velocidades volvieron a ser de vértigo:



En algunos momentos había zonas más pedregosas:





Y llegamos al hotel en Boumalne Dades:





La vista desde el hotel es espectacular, el rio Dades, y ese verde que contrasta tanto:





Las habitaciones que nos dan no son lo esperado, dejan bastante que desear, son cuevas, si, cuevas hechas en la roca tal cual, el frio os lo podéis imaginar y encima estamos a mas de 1500m…Además hay moros peligrosos rondando la zona:







Después de comer y cambiarnos, decidimos ir en coche a ver las gargantas del Dades, y luego tomar algo antes de cenar. Durante el camino en coche, vemos las formas en la roca de las montañas, son rarísimas a la vez que espectaculares, la erosión del agua para hacer esta garganta es brutal, aquí los geólogos disfrutaran lo suyo





Subimos a un mirador y hacemos la foto típica que ya conoceréis de otras crónicas de Marruecos, pues nosotros en moto por aquí no venimos, para variar un poco:





Después bajamos hasta el punto más bajo donde la carretera pasa al lado del rio, y en este dia estaba inundada en parte, pero da igual allí pasa todo el mundo, el del Fiat, el de la Mobylette y lo que haga falta









Después de las pasadas por la zona inundada del rio, volvemos hacia Boumalne Dades para tomar algo en el hotel Xaluca Dades, sí, como el de Erfoud, pero este sería si cabe más lujoso y con más detallitos en la decoración. Un recibimiento con un pasillo humano cantando y ofreciendo té a la entrada





Ya de noche y lloviendo, volvemos al hotel a cenar, luego algunos se quedarian, a la fiesta-bongo que hubo después, otros optamos por ir a la cueva a sobar, y con camiseta térmica porque hacia un frio que pelaba.



Esta etapa de montaña, fue el día que más disfruté en conjunto, encima de la moto, con los paisajes, con el ritmo, la etapa ideal para mí, aunque el recuerdo de la etapa maratón del martes, pese a lo duro, había dejado huella.

1 comentario:

  1. Tienes razón. La subidita era de cohones, pero los paisajes son ESPECTACULARES. Las fotos no hacen justicia.

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